InicioOPINIÓNCorreo de LectoresLa contaminación con cromo en el agua de nuestras canillas

La contaminación con cromo en el agua de nuestras canillas

En la edición del 31 de julio de 2008 del Zonal de Clarín Vicente López se publica una nota elaborada sobre la base de informes proporcionados por la Empresa AYSA, donde se destaca el corte del tránsito por obras a realizarse en Munro y Carapachay. Esas obras se corresponderían con la aparición de una grieta en un conducto subterráneo.

Evidentemente, luego de años de silencio o de negativas, ahora reconocen parcialmente el deterioro del conducto que lleva agua corriente.

La información se difunde ahora porque existe el peligro cierto e inminente de un colapso que nosotros habíamos anticipado en julio del año pasado.

Los datos sesgados remitidos por los funcionarios de AYSA al periodismo, están destinados a confundir a la opinión pública y a los vecinos.

Por ello, corresponde aclarar o rectificar numerosos conceptos expresados por la empresa:

1. No es cierto que el conducto abastezca solamente a Munro y Carapachay. El río de agua corriente domiciliaria que circula por el conducto tiene actualmente, en la zona norte, una estación elevadora, la de Villa Adelina, que pretende suministrar agua corriente a todo el Oeste de Vicente López, casi todo Gral. San Martín, gran parte de San Isidro, San Fernando y un pequeño sector de Tigre.

2. No es cierto que la “grieta de veinte metros” haya sido descubierta en julio de 2007 en una inspección de rutina. Una grieta de esas dimensiones no se produce en forma instantánea sino que es producto de un deterioro de años. La verdad es que hicieron un relevamiento especial en ese mes de julio 2007 cuando un grupo de ciudadanos de Vicente López, reunidos bajo la consigna de “Dignidad Vecinal”, hicieron pública la existencia de la contaminación por cromo hexavalente y un insólito deterioro que haría irrecuperable el conducto del río subterráneo.

3. De ser exacta la descripción y ubicación de esa grieta (datos de los que tenemos serias dudas), sería un daño más que se suma al deterioro global del conducto. En efecto, sostenemos que ya existían grietas de diversas dimensiones a lo largo de todo el conducto que tiene aproximadamente cinco (5) kilómetros. Además, cada doce metros, en todo el trayecto, las piezas que lo componen son cilindros de hormigón simple (cada pieza mide 12 metros de longitud por 4 metros de diámetro) estaban ajustadas originariamente con juntas de goma que, hace trece años, ya estaban degradadas y permitían el paso de agua contaminada de las napas circundantes. Si, en el año 1995, el ingeniero Schickendantz calculaba que el 7% del agua corriente era agua ingresada desde las napas contaminadas, hoy con el empeoramiento de la situación, podemos estimar que el 25% del agua que llega a las canillas domiciliarias no es el agua potable que sale de la planta potabilizadora de Palermo (Planta General San Martín).

4. Llama la atención que en la información remitida por AYSA a Clarín no se menciona el caso de la contaminación de la Empresa Diacrom ubicada justo por encima del conducto. Situación debidamente comprobada en el juicio "Fundación ECOSUR Ecológica Cultural y Educ. desde los Pueblos del Sur c/ Municipalidad. de Vicente López y otro s/ amparo", hoy en la Cámara de la Justicia Contencioso Administrativa, y en el juicio penal caratulado “Diacrom S.A. s/ Infracción Ley 24.051”, en la Justicia Federal en lo Criminal.

5. Resulta sospechoso que AYSA afirme que se reparará esa “grieta” y simultáneamente nos anotician de la construcción de dos nuevas estaciones elevadoras. Curiosamente esas plantas serían emplazadas a siete cuadras de distancia, una de la otra, y con la empresa Diacrom entre ambas. ¡Que tal ! Quí casualidad, no ?…

6. AYSA ha informado, en las diversas causas judiciales, que la concentración de cromo en el agua (supuestamente potable) no superó los 44 microgramos por litro en los últimos 24 meses. Asimismo, niega por omisión que las obras de Carapachay y Munro tengan relación con el caso de la Empresa Diacrom. Despuís de la experiencia ocurrida en el INDEC, ¿podemos creer que los datos de contaminación que publica AYSA sean confiables?.

Recapitulando, el Caso Diacrom tiene intervención estatal en tres niveles:

i. La acción de amparo de la que informa la sentencia de Primera Instancia del 10/03/2008, y su confirmatoria de la Cámara de Apelaciones de lo Contencioso Administrativo de Gra. San Martín del 25/07/2008

ii. La causa penal del Juzgado Federal del Dr. Bergesio.

iii. Las actuaciones administrativas de la Secretaría de Política Ambiental de Provincia de Buenos Aires.

La acción de amparo fue iniciada por la Fundación ECOSUR patrocinada por el Dr. Mariano Aguilar.

La causa penal se inicia por requerimiento de la Fiscal Federal Rita Molina y con la vecina María Luz Ledesma como denunciante.

Luego, en la primera mitad de 2007, ya tenía un pedido de sobreseimiento presentado por los dueños de Diacrom pues ellos afirmaban que la contaminación era antigua, estaban beneficiados por un anterior sobreseimiento y no estaba probado que hubiera una nueva contaminación. Sostenían que en los últimos años no hubo filtraciones de cromo.

La Jornada Programática denominada “Dignidad Vecinal”, realizada el 21 de julio de 2007, instaló otro escenario, se denunció públicamente que la empresa Diacrom seguía volcando efluentes contaminantes. Además, el testimonio del Ingeniero Schikendantz (ex empleado de la empresa Aguas Argentinas) fue contundente: El cromo instalado en el suelo y en las napas se filtraba en el río subterráneo de agua potable.

Estas novedades, en simultáneo con una intensa repercusión mediática, fueron informadas a la justicia penal por la Asociación Civil Pro Vicente López e impidieron que se sobreseyera a los directivos de Diacrom, con lo cual la investigación criminal y la administrativa adquirieron una nueva dinámica.

La Secretaría de Política Ambiental envió una inspección y el Juez Bergesio, luego de tomar declaración testimonial al Dr. Miguel Quintabani, nuevo denunciante, ordenó el allanamiento de la firma.

Ahora, 31 de julio de 2008, tomamos conocimiento de que AYSA, a raíz de nuestra difusión generada a mediados de 2007, había hecho un relevamiento del conducto del río subterráneo y “descubrió” que teníamos razón. Pero, inexplicablemente, ocultaron la información. En el Clarín Zonal de Vicente López informan que, cuando hicieron ese relevamiento, tambiín encontraron la grieta de 20 metros de largo.

Fuente: www.zonanortediario.com.ar

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