El diputado nacional José Luis Espert quedó envuelto en una fuerte polémica luego de que Juan Grabois lo denunciara en la Justicia acusándolo de haber recibido 200 mil dólares de Federico “Fred” Machado, empresario detenido en Viedma bajo prisión domiciliaria y vinculado en Estados Unidos a una causa por narcotráfico. Consultado sobre esas supuestas transferencias, el legislador de La Libertad Avanza esquivó una respuesta concreta pero aseguró que puede “justificar” todos sus ingresos y ratificó que seguirá en carrera para renovar su banca.
En una entrevista en A24 con Pablo Rossi, el economista fue interpelado sobre el documento que lo comprometería y que habría surgido de una investigación en el exterior. “Un papel, de una supuesta contabilidad paralela, de una causa que hay en Estados Unidos… pero por favor, ¿de qué estamos hablando?”, se defendió. Dijo que no iba a permitir que ese fuera “el único tema de campaña” y apuntó: “No le voy a dar el gusto a Grabois. Él fue a la Justicia con esto y nosotros lo vamos a discutir ahí, no en los medios”.
Espert descartó cualquier posibilidad de dar un paso al costado. “De ninguna manera, estoy más fuerte que nunca”, aseguró. Luego defendió su patrimonio: “Todo el dinero que tengo lo puedo justificar, todo. Tengo 64 años, de los cuales 40 los pasé en la actividad privada. En los últimos años le agregué la política, sacando tiempo personal, para trabajar por un país distinto”. En ese contexto disparó contra Grabois: “Esta mierda de Grabois cree que somos todos iguales. Grabois vive de sacarle guita a los pobres. Yo vivo de mi laburo: de ser empresario agropecuario con mis hermanos, de mis libros, de dar clases en la universidad o de la consultoría”.
El diputado recordó cómo conoció a Machado en 2019, cuando presentaba su libro La sociedad cómplice. Según explicó, un abogado le habló de un empresario nacido en Viedma y radicado en Estados Unidos que apoyaba las ideas liberales y quería conocerlo porque le gustaba verlo en Animales Sueltos. Fue así que coincidieron y Machado lo trasladó en su avión privado hasta Río Negro, algo que Espert agradeció públicamente en aquel momento, aunque insistió en que allí terminó el vínculo. “Después… nada más”, remarcó con un gesto de manos. Aclaró que en enero de 2019 aún no estaba en campaña, ya que recién oficializaría su candidatura en agosto de ese año, y preguntó: “¿Podía yo saber lo que iba a hacer esa persona cuatro años después? Ni idea”.
Uno de los puntos más controvertidos de la entrevista fue cuando le preguntaron si había utilizado aviones y camionetas de Machado durante la campaña presidencial de 2019. Espert contestó que esos traslados fueron provistos por los partidos con los que compitió en aquel entonces. “Un candidato no maneja la plata de campaña, se sube a lo que el sello partidario provee. Estaba Unir, de Alberto Asseff, y después Unite, de José Bonacci. Y yo me subía a los aviones que ellos ponían, a las camionetas que ellos ponían. La cantidad de gente que se acerca en campaña es enorme”, explicó.
Minutos más tarde, José Bonacci salió al aire para contradecirlo. “Yo llegué dos meses antes de la elección para salvar a Espert de la proscripción porque el Gobierno le quitó el partido de Asseff. Fui bastante claro sobre cómo llevar la contabilidad partidaria con Espert, Rosales y Nazareno Etchepare. Jamás tuve contacto con Machado ni lo tuvo nuestro tesorero. Nunca se nos informó de aportes privados”, aseguró. Pero además contradijo directamente al legislador liberal: “El sello partidario no proveyó medios de locomoción. Sí se los proveyeron a Espert, pero no al partido. Hubo unos 30 viajes. En este caso el profe miente. No fue el sello, fue él quien usó esos recursos”. Pese a la dureza de la acusación, aclaró que respeta a Espert, aunque quiso despegarse de cualquier sospecha.
Las repercusiones alcanzaron también a Patricia Bullrich. La titular del PRO había señalado en un primer momento que Espert debía dar explicaciones por la denuncia, aunque luego bajó el tono. Consultado al respecto, el diputado contó: “Yo hablé con Patricia. Me dijo que fue una mezcla de una desafortunada declaración de ella y al mismo tiempo una malinterpretación”.
La denuncia contra Espert se sumó a un artículo periodístico que reflotó las conexiones entre el diputado y Machado, lo que generó un clima adverso en plena campaña electoral. La coincidencia entre la acusación de Grabois, las desmentidas de Bonacci y la reacción inicial de Bullrich pusieron a Espert en un frente incómodo. Pese a ello, ratificó que seguirá adelante y negó cualquier irregularidad. “Yo vivo de mi laburo y puedo justificar cada peso. No voy a dejar que conviertan esto en el único tema de campaña”, sostuvo. Sin embargo, las denuncias, los cruces con Grabois, las diferencias expuestas con antiguos aliados partidarios y las dudas sobre el financiamiento de su campaña ya se instalaron como uno de los temas más espinosos para su futuro político inmediato.