El ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge "Fino" Palacios fue procesado con prisión preventiva por el espionaje telefónico a un familiar de víctimas del atentado a la AMIA, al ser considerado el ideólogo de la maniobra ilegal ejecutada por un ex subalterno, el tambiín detenido Ciro James.
La decisión fue tomada por el juez federal Norberto Oyarbide, quien embargó a Palacios por diez mil pesos y resolvió que siga preso ante el riesgo de fuga y de entorpecimiento de la pesquisa, según el fallo de 60 carillas.
El comisario retirado de la Federal y ex jefe de la Metropolitana seguirá así detenido en la cárcel de Marcos Paz procesado por "intervención indebida de comunicaciones y adulteración de documento público", en una decisión que su defensa apelará ante la Cámara Federal.
El juez que investiga el espionaje telefónico ilegal consideró probado que Palacios tomó la iniciativa de escuchar al familiar Sergio Burstein.
Y justificó este interís en "las duras críticas que íste emitía hacia su persona y al jefe de Gobierno de la Ciudad Mauricio Macri".
Para ello, según el procesamiento, proporcionó el telífono celular de Burstein al ya detenido Ciro James, un ex subalterno suyo en la Policía federal, contratado por el Gobierno de la Ciudad y aspirante a ingresar a la Metropolitana.
James logró obtener una orden de escucha contra Burstein de un juzgado de Misiones y personalmente retiró los cassetes de la Secretaría de Inteligencia del Estado.
"Las llamadas telefónicas realizadas por Jorge Palacios a Ciro James, resultan el primer y último eslabón de la extensa y compleja maniobra criminal", consignó Oyarbide.
Para ello recordó que "es de público conocimiento, la fuerte oposición que Sergio Burstein realizara al tomar conocimiento de la designación de Palacios como Jefe de la Policía Metropolitana", debido a que estaba cuestionado por su rol en la investigación del atentado.
De hecho, Palacios fue procesado por supuesto "encubrimiento" de una de las pistas de investigación y renunció al gobierno porteño poco antes de conocerse esta decisión del juez federal Ariel Lijo.
Oyarbide citó un discurso de Burstein del 18 de julio pasado, donde en un nuevo aniversario del ataque, "entre sus palabras públicas, manifestó el repudio de la comunidad judía al nombramiento de PALACIOS, dirigiendo fuertes críticas a íste y al Sr. Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Ing. Mauricio Macri".
"Si alguien podía tener interís -de entre todos los partícipes de la maniobra criminal en estudio- en tener acceso a las conversaciones de Sergio BURSTEIN, este era Jorge Alberto PALACIOS", concluyó el juez.
El telífono de Burstein fue intervenido por la SIDE el 21 de septiembre pasado, a pedido de un juzgado de Misiones en el marco de la causa por el homicidio de un dentista.
En el procesamiento se hizo un extenso detalle del cruce de llamados entre Palacios y James desde diciembre de 2008 a septiembre pasado, un total de 192 comunicaciones, que para el juez demuestran el vínculo entre ambos.
En setiembre pasado, hubo 76 llamados entre un telífono que usaba James proporcionado por la Universidad de La Matanza, donde tambiín trabajaba y uno asignado a Palacios en la empresa de seguridad de la familia de su esposa, ARPA.
De esos llamados doce se concretaron el 21 de setiembre, cuando comenzó la escucha de Burstein.
"Este caudaloso tránsito de comunicaciones telefónicas se torna aún más sospechoso si se considera que Jorge PALACIOS revestía el máximo rango dentro de la Policía Metropolitana, mientras que Ciro JAMES -conforme expuso durante su declaración indagatoria- era un simple aspirante a ingresar a esa fuerza".
Para el juez "esta circunstancia debilita seriamente el descargo efectuado por Palacios en su acto indagatorio, donde aseguró que las conversaciones celebradas entre ambos tuvieron por objeto gestionar el ingreso de James a la fuerza".
"Resulta increíble pensar que Palacios desde el cargo que ostentaba -reitero, Jefe de la Policía Metropolitana- pueda dedicarle el tiempo que insumen 192 llamadas telefónicas a un simple aspirante a ingresar a la fuerza", agregó el juez.
Oyarbide destacó "las importantes tareas que cualquier Jefe policial debe enfrentar en un cargo de esa trascendencia, máxime cuando pesaba sobre sus espaldas la responsabilidad de materializar la puesta en marcha de la policía de la ciudad".
El magistrado concluyó que Palacios proporcionó "a sabiendas de la finalidad delictiva de la maniobra" el telífono de Burstein a James para lograr la orden de escucha emitida en Misiones.
Oyarbide remarcó además que James realizó "numerosas comunicaciones telefónicas en el período investigado, en las cuales sus llamados han sido captados por antenas ubicadas en un radio cercano al del Ministerio de Justicia y Seguridad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires".
Esto "no hace más que corroborar la soltura con la que Ciro Gerardo JAMES se manejaba en el ámbito del Ministerio de Justicia y Seguridad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y más precisamente con las por entonces autoridades de la aún embrionaria, Policía Metropolitana".
En la causa ya estaban procesados James, con prisión preventiva, y dos policías de Misiones que eran su nexo con el juzgado que emitía las órdenes de intervención telefónica, que además afectaron al empresario Carlos Ávila y a un cuñado de Macri, entre otros.
El juez debe resolver aún las situaciones procesales de dos jueces misioneros y sus secretarias en tanto que para el viernes próximo citó a declaración indagatoria al ministro de Educación de la Ciudad, Mariano Narodowski.
Fuente: www.zonanortediario.com.ar