En diálogo con Zona Norte Diario Online, Hernán Lanía, precandidato por el Frente Justicialista Cumplir en las pasadas elecciones del 13 de agosto, analizó los resultados y reflexionó sobre la interna del peronismo de cara al futuro.¿Cómo evalúa el resultado de las PASO, en particular, sobre la interna del randazzismo en Vicente López?
Más allá del trago amargo que significa perder una elección por una diferencia del 0,06% del total, el balance que hicimos junto con los compañeros de la agrupación es decididamente positivo. Creo que tuvimos un gran desempeño y esto lo digo por dos razones. En primer lugar, porque corroboramos que los vecinos evalúan favorablemente nuestra gestión al frente del Unión Vecinal Fomento de Munro. No es casual que hayamos superado de forma contundente a nuestro adversario en la zona de Munro. Para nosotros ese reconocimiento es importantísimo y nos lleva a redoblar nuestro compromiso con el rumbo transformador que le dimos a la institución. En segundo lugar, entiendo que fue una elección destacada porque competimos contra una agrupación muy consolidada y de orden nacional como es el Movimiento Evita. Con el diario del lunes esta variable puede parecer menor, pero para graficarlo quizás ayude contar algo que me sucedió un día despuís del cierre de listas. Esa fecha me llamaron por separado dos compañeros de distintas corrientes a advertirme que estábamos cometiendo un error gravísimo. Uno de ellos, incluso, me adelantó que si seguíamos en carrera, ni siquiera íbamos a sacar el lugar de la minoría en la interna. En resumen, el pronóstico que hacía la mayoría era que nos encaminábamos hacia una derrota rotunda. Afortunadamente, mantuvimos la convicción que desde el primer momento teníamos en nuestro potencial y demostramos que estamos para pelearle una elección a cualquiera. En función de todo esto es que consideramos que dentro del peronismo no somos menos que nadie.
¿Hace alguna autocrítica en relación a la campaña?
En tírminos generales, no tengo ningún reproche relativo al modo en que encaramos la campaña. Con total humildad y sabiendo que nuestra lista no fue la ganadora, creo que el tono de cercanía que le imprimimos a la campaña es el que tiene que adoptar el peronismo para recuperar un rol preponderante en el distrito. A la hora de comprometer al votante, tuvimos un íxito considerable porque militábamos en base al contacto directo, sin mediaciones y a celular abierto con el vecino. Independientemente de nuestras limitaciones, considero que el peronismo tiene que ofrecer un plus sobre los demás partidos políticos. Es decir, volver a sus raíces y retomar el ‘cara a cara’ con el vecino, sin abandonar las grandes consignas. Por otra parte, conformamos para la elección un grupo militante muy activo, solidario, genuinamente convencido de la posibilidad de realizar lo que prometemos y de enorme capacidad en cada una de las áreas que trazamos como claves para una futura concejalía. Tampoco encuentro motivos para una autocrítica en ese ámbito. Aun así perdimos y no es mi costumbre esconder errores o falencias. Para resumir, me parece que hicimos una gran campaña, pero no podemos pasar por alto que el rival tambiín juega. Seguramente ellos hicieron las cosas un poco mejor, por lo menos un 0,06, que nosotros.
¿Cómo ve el panorama del peronismo hacia el futuro?
Nosotros somos orgánicos y vamos a trabajar para que el espacio que integramos haga la mejor elección posible. Ahora bien, independientemente del resultado particular que pueda obtener cada una de las líneas internas del peronismo, entiendo que vamos hacia un proceso de reconfiguración de espacios y liderazgos. Está claro que en este momento en el justicialismo no sobra nadie y que, si pretendemos ser una verdadera alternativa de gobierno frente a Cambiemos, tenemos que recomponer los vasos comunicantes de las distintas vertientes de nuestro movimiento. Por supuesto, dentro de este contexto de realineamientos, vamos a reclamar el rol que nos corresponde en función de la elección que hicimos. De todos modos, el foco en cualquier decisión que tomemos tiene que ser el ciudadano que representamos desde nuestros orígenes, ese al que todos los días le cuesta parar la olla, el laburante que no llega a fin de mes o el desempleado, que es quien más está sufriendo en la actualidad. Cuando no logramos ponernos de acuerdo en torno a un proyecto común, no fracasamos en la obtención de lugares de poder. Les estamos fallando principalmente a quienes por responsabilidad histórica tenemos que defender.
Fuente: www.zonanortediario.com.ar