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Otro secuestrado complica a la banda que es juzgada por el crimen de Matías Berardi

Un peluquero que estuvo cinco días secuestrado complicó a los principales imputados del juicio oral por el crimen de Matías Berardi, al asegurar que estuvo cautivo en la misma herrería de la localidad bonaerense de Benavídez que este adolescente asesinado en 2010.La declaración del peluquero Augusto Castillo fue lo más destacado de las últimas jornadas de este debate ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 3 de San Martín que comenzó en octubre pasado, ya se dio por concluido y pasará el próximo 15 de marzo a su etapa de alegatos.

Al declarar ante los jueces Elbio Osores Soler, Lidia Soto y Germán Andrís Castelli, Castillo explicó que su secuestro ocurrió en agosto de 2010, un mes antes que el de Berardi, y que al igual que este chico a íl lo capturaron en inmediaciones de Panamericana y ruta 26 de Ingeniero Maschwitz, cuando salía de la peluquería donde trabaja.

Castillo explicó que lo abordaron varios jóvenes armados que lo introdujeron en un auto Peugeot 206 gris, igual al que le fue secuestrado a uno de los imputados.

La víctima complicó al imputado Facundo "El Chino" Maidana (24) al reconocer su voz en la única escucha telefónica que quedó grabada de la causa Berardi, como la de la persona que manejaba el auto en el que lo llevaron y como el secuestrador con el que más diálogo tuvo durante su cautiverio.

El peluquero contó que la primera noche la pasó encerrado en el baúl de ese auto, pero despuís le colocaron una venda y lo encerraron en un baño.

Al recordar los detalles de su cautiverio en ese sitio, Castillo contó que a veces se sacaba la venda para espiar por un agujerito, que le daban de comer comida comprada, que nunca le pegaron y que un día le hicieron grabar una prueba de vida para su madre, a quien los captores le reclamaban un rescate de 150.000 pesos.

Pero según las fuentes judiciales que presenciaron su declaración, lo que más detalló el testigo fueron los sonidos que alcanzó a escuchar durante su encierro y que los relaciona con la herrería del imputado Richard Fabián Souto (45) que luego reconoció como el sitio de su cautiverio.

En primer tírmino, dijo que escuchaba golpes metálicos y recordó especialmente que siempre le dejaban prendida una radio en FM 100, aparato que fue hallado en el taller de Souto y estaba en ese dial cuando fue secuestrado por la Justicia.

Tambiín mencionó que escuchaba a chicos jugando por lo que infería que había algún un parque cercano, como el existente en el mismo predio donde está la herrería y la casa de Souto.

El peluquero explicó que cuando la policía lo llevó a recorrer la herrería de la avenida Sarmiento 407 de Benavídez, reconoció sin dudas el baño del galpón como su lugar de cautiverio.

Incluso recordó que durante su cautiverio había un perro que le rasqueteaba la puerta y cuando recorrió el galpón de Souto, la puerta del baño tenía rayones en su parte exterior.

Finalmente, Castillo afirmó que al quinto día de su cautiverio -empezó un lunes por la noche y terminó el sábado siguiente a la madrugada-, los secuestradores lo liberaron sin que se pague rescate porque se habían enterado que la Policía estaba investigando el secuestro.

Contó que lo liberaron en Campana, sobre ruta 6, cerca del sitio donde al mes siguiente Berardi fue ejecutado de dos balazos.
Los abogados de la familia Berardi, encabezados por Eduardo Durañona, y el fiscal federal Eduardo Codesido, iniciarán el próximo 15 de marzo los alegatos en este juicio que se desarrolla en el edificio judicial de la calle Pueyrredón 3734 de San Martín.

En total hay 11 imputados que enfrentan, algunos con distintos grados de participación, una imputación por "secuestro extorsivo seguido de muerte", cuya pena es la prisión perpetua.

Berardi (16) fue secuestrado la madrugada del 28 de septiembre de 2010 cuando regresaba de una fiesta de egresados en Capital Federal, en el cruce de ruta 26 y Panamericana, en Ingeniero Maschwitz, partido bonaerense de Escobar.

La banda exigió un rescate y trasladó al adolescente al taller que el herrero Souto tenía en Benavídez.

Pero en horas de la tarde, Matías escapó y comenzó a pedir ayuda entre los vecinos, aunque nadie lo refugió, fue recapturado por la banda y trasladado a un camino de tierra de Campana, a la vera del la ruta 6, donde los asesinos lo ejecutaron por la espalda con una pistola calibre 11.25.

Fuente: www.zonanortediario.com.ar

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