El alcalde de San Isidro, Gustavo Posse, dejó el Frente Renovador como producto de la llegada del diputado Francisco De Narváez y la posible aparición del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, dos precandidatos a la Gobernación con interesante fuerza y despliegue; de esa forma empezó a dialogar con el Pro de Mauricio Macri, pero ahora se está encontrando con el problema de que los “amarillos” no lo tendrían como único postulante al Ejecutivo provincial, sino que deberá ganarse esa condición enfrentando a la vicejefe de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal; además hay problemas con espacios en listas a legisladores.“El Cholito” Posse pensó que la situación sería más fácil al dejar la “escudería + a” y pasar a los “amarillos”, pero resulta que la situación tambiín se le complicó.
En el macrismo no están dispuestos a bajar la postulación bonaerense de Vidal, y mucho menos a cederle espacios en las listas de legisladores provinciales.
En el caso de la Legislatura el problema es que en el macrismo hay “compromiso” con distintos radicales que se fueron sumando de a uno, y además deben solucionar la propia interna del Pro.
Por otra parte, cerca de Macri dicen: “Vidal está en 8 puntos de intención de votos y subiendo, y Gustavo apenas llega a los 5 y estancado”.
Esos dos factores han irritado a Posse, al punto tal que está pensando en recluirse nuevamente en su distrito, máxime que su candidato a intendente, el concejal Carlos Castellano, no está midiendo en las encuestas como lo tenían pensado y se corre el riesgo de quedarse con las manos completamente vacías.
Fuente: www.zonanortediario.com.ar