La Universidad Argentina de la Empresa (UADE) reavivó el debate sobre los límites entre la convivencia institucional y la libertad individual tras difundir un recordatorio sobre su código de vestimenta, donde enumera las prendas consideradas “inadecuadas” para asistir a clases o circular por el campus. La comunicación interna, publicada en el WebCampus y replicada en carteleras, generó polémica entre los estudiantes y se viralizó en redes sociales.
El texto prohíbe el uso de musculosas, tops, minifaldas, shorts deportivos, ojotas y calzado de playa, además de gorros y capuchas dentro de los edificios universitarios. En cambio, la institución promueve una vestimenta “sobria y profesional”, con camisas o remeras sin escotes pronunciados, pantalones largos y faldas de largo “adecuado”.
Según UADE, la medida apunta a “fortalecer un entorno de convivencia, inclusión y respeto mutuo”, bajo la idea de que la presentación personal también forma parte de la formación profesional. El criterio incluso se extiende a las clases virtuales, donde se pide mantener una imagen acorde al ámbito académico.
Las reacciones no tardaron en llegar. En redes sociales, numerosos alumnos cuestionaron el alcance del reglamento y lo calificaron como “retrógrado” o “moralista”. Algunas estudiantes denunciaron haber sido advertidas por mostrar el abdomen o vestir prendas cortas, mientras que otros usuarios defendieron la decisión argumentando que una universidad privada puede establecer normas de convivencia y fomentar hábitos acordes a la vida laboral.
El reglamento general de la UADE ya incluía desde hace años referencias al “uso inadecuado de vestimenta”, con la prohibición de “ojotas playeras, trajes de baño y pantalones cortos”. Sin embargo, el reciente recordatorio, difundido justo al inicio del calor primaveral, reavivó una vieja discusión sobre hasta dónde pueden las instituciones académicas regular la forma en que se visten sus estudiantes.
