El cambio horario previsto para la cero hora de mañana hará que este sábado -es decir, hoy- tenga 25 horas, y el domingo apenas 23, en las diez provincias y la Capital Federal que en octubre pasado adelantaron sus relojes.
Lo mismo ocurrirá tambiín en San Luis, que sin haber adherido a aquella norma, decidió retrasar el reloj para quedarse en el huso -4 respecto del meridiano de Greenwich.
En otras palabras: a la hora 0 del domingo 15, veintidós provincias y la Ciudad de Buenos Aires volverán a tener la misma hora que se corresponde con el huso -3, mientras que San Luis (-4) tendrá 60 minutos menos.
Atrasar el reloj significa que amanecerá y atardecerá más temprano: consecuentemente, si hoy en Buenos Aires el sol salió a las 7, desde mañana lo hará a las 6, para contento de las madres que ya no llevarán sus hijos al colegio en plena oscuridad.
Esta vez, el cambio de hora será menos traumático que lo que fue en octubre, dicen los expertos en biorritmo, porque el reloj biológico manda a despertarse con la luz, y habrá más luz en los momentos de mayor actividad.
Pero tambiín, porque el cuerpo se adecua mejor al retraso que al adelanto de hora, especialmente en un país que ya vive "adelantado" dos horas.
Sucede que Argentina está geográficamente ubicada entre dos husos horarios: a las provincias del centro Este le corresponde el -4, y a las del Oeste y la Patagonia, el -5.
Pero para ahorrar energía, se decidieron en 1993 y en 2007, dos corrimientos horarios estivales (primero al huso -3 y luego al -2), que se superpusieron, con lo cual hoy el desfasaje es de dos horas de adelanto, o lo que es igual, hay doble hora de verano.
Por lo tanto, el hecho de que a partir de mañana casi todo el país quede en el huso -3, no significará para las provincias del centro y del Este recuperar su hora de invierno, sino restablecer la de verano que rigió en forma permanente desde 1993 hasta 2007.
A la vez, para San Luis, que se mantuvo hasta ahora en el huso -3, tampoco significará recuperar su hora de invierno al pasar el domingo 15 al uso -4, ya que por su latitud le corresponde el -5 en invierno y el -4 en verano, y por lo tanto, todo lo que harán los puntanos será recuperar, este invierno, su vieja hora de verano.
Pero con respecto al biorritmo, en ambos casos el reloj biológico quedará agradecido ya que su desfasaje en relación a la luz diurna se habrá reducido en una hora, es decir, a la mitad.
Puesto que probado está por la ciencia que la falta de luz provoca depresión y que el adelanto de hora trae ansiedad, es de esperar que con sólo retrasar la hora, desde el domingo todos estarán más animados y menos acongojados.
A esta altura, cabe preguntarse si al menos económicamente valió la pena subvertir la hora y la respuesta es afirmativa.
La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Elíctrico SA (Cammesa) ya confirmó extraoficialmente que la implementación de la hora de verano logró atenuar los picos de consumo que, históricamente, se producen entre las 19 y las 22.
Esto significa que se ahorraron millones de litros de combustible, ya que los picos de consumo obligan a suplementar la energía provista por las represas hidroelíctricas y las centrales nucleares, con generación tírmica, lo que involucra quemar gasoil y fueloil para producir más electricidad.
La Fundación para el desarrollo de la Electricidad (Fundelec) verificó que el promedio de picos de demanda diarios en 2008 fue 2% menor al de 2007, "como consecuencia del cambio de huso horario".
No está mal si se observa que el cambio de hora, que se aplica en más de 80 países del mundo, significó en 2008 para España un ahorro de alrededor del 1%, y para Brasil, de algo más del 4%.
Pero en la Argentina, la gran incógnita la planteará el próximo invierno: ¿quí va a pasar cuando todos los usuarios de aire acondicionado pulsen la función calor para atemperar el frío?
No vaya a ser que haga falta volver a atrasar los relojes para que el Sol abrigue gratis una hora más y que, así, la Argentina retorne a estar entre los husos horarios -4 y -5 que le son propios por su ubicación en el mapamundi.
Fuente: www.zonanortediario.com.ar