El dirigente de San Isidro de Juntos por el Cambio y presidente de la Fundación San Isidro 2050, Ramón Lanús, se refirió a la medida anunciada por Alberto Fernández que obliga a suspender las clases presenciales por dos semanas en el AMBA. “Las escuelas tienen que ser lo último en cerrar y lo primero en abrir. La premisa debe ser la máxima presencialidad posible y cuidada. La educación es esencial, prioritaria, y saludable”, afirmó.
Tras la suspensión de las clases presenciales en los tres niveles educativos desde el lunes y hasta el 30 de abril en todo el AMBA, anunciada por el gobierno nacional, el referente de Juntos por el Cambio y presidente de la Fundación San Isidro 2050, Ramón Lanús, pidió hoy al concejo deliberante de ese distrito que “declare de carácter urgente a la educación como una actividad esencial”.
“Es muy doloroso escuchar a un presidente completamente alejado de la realidad. La escuela es lo último para cerrar y lo primero en abrir. Los chicos no pueden ser los que paguen las consecuencias de una pésima gestión de la pandemia. No solo está en juego el aprendizaje sino también la salud mental y la integridad física de los chicos”, sostuvo Lanús.
“Desde que comenzaron las clases, venimos recorriendo escuelas públicas de San Isidro. Por eso, a través de la Fundación San Isidro 2050 queremos dejar el registro de que adherimos a este pedido porque estamos en contacto con padres, docentes y directores que están trabajaron fuertemente en garantizar la presencialidad durante este año. Por eso, pedimos al concejo deliberante que declare a la educación como una actividad esencial. A los chicos, la educación se les garantiza en las aulas”, agregó.
“Ayer a las 17h, el Consejo Federal de Educación y el Ministro de Educación, Nicolás Trotta, confirmaron que las clases presenciales iban a continuar y que el riesgo epidemiológico de las escuelas era bajo. A las 21h, el Presidente Alberto Fernández, en una medida que se jacta de no haber consensuado con nadie, suspende las clases presenciales. Claramente, este gobierno perdió la brújula”, dijo el dirigente de San Isidro.
Para Lanús, en la medida que se anunció ayer se sumó “una fortísima presión gremial” que impide ver el daño que generará en familias más humildes y el fuerte descontento social en sectores muy amplios de la sociedad.
En consonancia con esto, el referente local afirmó que, según estudios de especialistas, la interrupción de clases presenciales ha tenido consecuencias “sociales, mentales, físicas y académicas en los estudiantes”.
“Los estudiantes podrían sufrir una disminución en sus conocimientos equivalentes a un año escolar regular que se expresa en un 63-68% en lectura y 37-50% en matemáticas. Por otro lado, los niños de jardín de infantes podrían experimentar una pérdida de alfabetización del 67%”, dijo Lanús para agregar que “la brecha de desigualdad socioeconómica podría aumentar hasta en un 30%, en caso de que tengamos un nuevo cierre escolar y eso podría traer aparejada la pérdida equivalente a 0,9 años de enseñanza escolar en comparación con el escenario de base, sin interrupción de clases presenciales”.
“Garantizar una educación para todos los niños y niñas de la provincia, con estrictas medidas sanitarias, debe ser una prioridad para todos. Las escuelas tienen que ser lo último en cerrar y lo primero en abrir”, finalizó el dirigente de Juntos por el Cambio, Ramón Lanús.
Fuente: (www.www.zonanortediario.com.ar)