La cuenta corriente es uno de los productos bancarios que ofrecen las entidades financieras. Debido a que hay muchas similitudes con la caja de ahorro, es que muchas veces se las confunde, y no se termina de comprender la diferencia entre ambas.
A través de la cuenta corriente es posible realizar transacciones, pagar servicios, comprar en comercios y siempre tener dinero disponible al momento de necesitarlo, entre otras posibilidades. Entonces, ¿cuál es la diferencia con la caja de ahorro?
Sin dudas, los dos productos son muy diferentes el uno del otro. Por eso vale la pena hacer un repaso de ambos, para identificar qué es lo que diferencia a la cuenta corriente de la caja de ahorro.
Caja de ahorro
La caja de ahorro es el producto más básico que ofrecen los bancos. De hecho, por lo general, no tienen ningún tipo de costo de apertura ni de mantenimiento. Además, siempre tiene una tarjeta de débito asociada a la cuenta, que permite hacer diversas operaciones.
Con la tarjeta es posible realizar compras en comercios, sin la necesidad de utilizar efectivo. Además, se pueden utilizar los cajeros automáticos y las terminales de autoservicio de las sucursales a las que pertenezca la cuenta a fin de hacer todas las operaciones disponibles a través de los mismos (tales como retirar dinero, consultar saldos y realizar transferencias bancarias).
Por otro lado, este tipo de cuenta también permite utilizar el home banking sin cargo. Solamente hay que habilitarlo, siguiendo las instrucciones indicadas por los bancos, para poder operar a distancia. Así, será posible hacer transferencias, pagos de servicios, plazos fijos, y mucho más, a través del teléfono móvil o la computadora.
Si bien, cada uno de los bancos establece diferentes condiciones para abrir este tipo de cuentas, por lo general son requisitos básicos los que solicitan. El único documento que hay que presentar suele ser el DNI para acreditar el domicilio, el nombre y el apellido del solicitante, aunque cada banco puede solicitar requisitos adicionales para acreditar la identidad de los interesados.
Cuenta corriente
La diferencia más importante entre la caja de ahorro y la cuenta corriente, es que la primera no permite utilizar cheques, mientras la segunda sí. Por otro lado, la cuenta corriente no tiene una tasa de interés o rendimientos sobre el saldo que queda en la cuenta, un factor que sí puede ocurrir con el dinero depositado en la caja de ahorros.
Otra de las grandes diferencias entre ambas es que el titular de una cuenta corriente puede disponer de sumas de dinero que sobrepasen el monto disponible en su saldo, a través de los denominados “giros en descubierto”. Éstos, de todos modos, tienen un límite acordado previamente con la entidad financiera.
Otras cuentas que hay que conocer
En Argentina hay otras dos cuentas que no pueden dejarse de conocer: una de ellas es la Cuenta Universal Gratuita (CUG), la otra es la Cuenta Sueldo y las cuentas de seguridad social.
Las CUG son cuentas que pueden solicitar todas las personas que no tengan otro tipo de cuentas en el sistema financiero. Estas pueden abrirse en cualquier entidad bancaria, solamente presentando el DNI. Su gran ventaja es que no tiene costos de apertura ni de mantenimiento.
Por el contrario, la cuenta sueldo y la cuenta de seguridad social son las cuentas en donde les depositan el dinero a los trabajadores en el primer caso, y en donde se cobran las pensiones de ANSES, en el segundo. Al igual que la CUG, estas dos cuentas tienen asociadas una tarjeta de débito y no tienen costos de apertura, ni de mantenimiento.
Fuente: (www.www.zonanortediario.com.ar)