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Meritolandia…

“Si le doy de comer a los pobres, me dicen que soy un santo. Pero si pregunto por qué los pobres pasan hambre y están tan mal, me dicen que soy un comunista” – Helder Cámara.

La derecha sutil, sagaz y traicionera como siempre, junto a sus tropas de oprimidos incautos que la sostienen, sigue sin pausa atacando a todo ideal solidario y colectivo.

¡Y dale con el mérito! Claro que todos hacemos méritos para lograr las cosas, si no caminas no andas, pero la “meritocracia”, solo encubre y traiciona a la verdad, la verdad es que la discusión no es el mérito, la discusión es y debe ser la oportunidad. La llamada meritocracia solo exalta el mérito personal, necesario en la vida humana innegablemente, pero el término –ideológicamente aplicado hoy por muchos fervientes creyentes- pone en segundo plano el trasfondo de la discusión, las oportunidades.

Claro, por supuesto, lógicamente que todos y todas debemos y nos esforzamos en la vida, ¿querrán discutir el porcentaje mínimo de los que nada les importa y son el terror de la clase media que cree mantenerlos? ¡Los vagos! Bueno les contamos algo: hay vagos pobres por falta de educación y oportunidades que es lo que estamos discutiendo, pero también hay vagos ricos, herederos sin esfuerzo y con mucho poder, mucho más peligrosos para la sociedad y su conjunto que un “pobre planero”, y muchos de estos señores utilizan su poder solo con miras personales, sin rendir cuentas a nadie.

Debemos discernir, analizar y como decimos siempre, aceptar, lo que implica comprometernos todos y todas con un proyecto de país, pero creyendo en el otro y en el país, así lograremos ser grandes, atreviéndonos a soñar. Todos sabemos que quejándonos no se logra nada.

No pasa solo por el mérito, pasa por la oportunidad, el mérito empieza a actuar cuando la oportunidad se presenta. La única verdad, que es la realidad, muestra que un niño o niña que nace en la pobreza, que su padre es delincuente y su madre traficante, no tiene ni tendrá las mismas oportunidades que un niño nacido en Nordelta con todas las comodidades y todos los incentivos a la niñez necesarios para desarrollar sus aptitudes –que es lo que queremos para TODOS nuestros niños y niñas- y ni siquiera tendrá ni remotamente las mismas oportunidades de un niño de familia laburante de barrios de clase media criado con contención, amor y con todas sus necesidades básicas satisfechas. Ese pibe muchas veces a los 8 a los 10 o a los 14 está perdido, marginado de la sociedad. Sin embargo, hasta en estos casos marginales, hay excepciones, valiosas, honrosas para el “mérito” podríamos decir, que salen y progresan, un gran mérito. Ahora, son algunos casos contados. Lo que no podemos como sociedad es pretender que “todos prosperen y trabajen dignamente” con ese tipo de circunstancias misérrimas.
Acá hay millones que viven en la pobreza, nosotros queremos que no haya un argentino que viva en la pobreza. Acá hay riqueza, tierra y alimento, lo demás es puro cuento, y salió con rima nomás.

Nuestros pueblos están conformados por trabajadores, laburantes que día a día se desloman de sol a sol para llevar adelante sus vidas, mientras engañados por las elites privilegiadas creen mantener una horda de vagos que no los dejan progresar. Quienes no nos dejan progresar compatriotas, son la oligarquía de siempre, los doble apellido de siempre, no desaparecieron eh! Solo están agazapados y manejando el poder desde las sombras que le ofrece un poder judicial a favor de los poderosos y unos medios de comunicación masivos de los que son dueños. Son los privilegiados dueños del poder real, esas 12000 familias en el caso argentino que no quieren pagar el aporte extraordinario por única vez, el 0,02 de la población, quienes hacen que el país no ande. El opresor es el rico no el pobre. No digamos más que el país no anda por los planeros. Lo que pasa es que aceptarlo, es aceptar que estamos dominados, que aún hoy 2020 ¡Seguimos siendo una semi colonia! Con un potencial como pocos, con una historia de intentos soberanos rica, heroica, indoblegable, que también ocultan los que no quieren que nada cambie. Esos que: “…vendidos por cuatro monedas, sirven a sus amos de las metrópolis extranjeras”, decía Evita ¿no?, pero aceptemos que nos dominan los poderosos ¿qué creemos que cambió acaso? No nos engañemos mas argentinos y argentinas. Tenemos un país rico, con recursos, tierra y alimento.

El enemigo de los pueblos sigue siendo el mismo, el imperio de afuera y la oligarquía de adentro más extranjerizada y con menos arraigo nacional que nunca.

Y porque el final es en donde partí: Es un culto al individualismo y al egoísmo creer que todo lo logrado es pura y exclusivamente por mérito personal, que repetimos, es necesario y fundamental para cualquier progreso individual, pero que sin igualdad de oportunidades es solo hipocresía validada por nuestra indiferencia. Lo que necesitamos es nuestra oportunidad. Por eso hablamos de que no es lo mismo cuando gobierna alguien de derecha, liberal, precursor del libre mercado, donde siempre pierden los trabajadores y ganan las multinacionales extranjeras; que cuando gobierna el peronismo, el movimiento nacional y popular que en la Argentina en cada oportunidad, sea con Yrigoyen, con Perón o con Néstor y Cristina, con aciertos y errores, siempre priorizaron el trabajo, el mercado interno, las prestaciones universales en salud y educación, el fomento del ESTADO interventor y regulador; sin estos apoyos del Estado en este capitalismo globalizado para millones no habría mérito que valga.

¡El Estado! Otro tema para otra nota pero también debemos comprender que las mentiras y los mitos llegan también hasta acá, todas las potencias tienen ESTADOS que intervienen en la economía y Perón, como en todos los temas, lo dejó explicado brevemente y para siempre: “La economía nunca es libre, o la maneja el Estado a favor del Pueblo; o la manejan los consorcios capitalistas en perjuicio de éste”. Nuestro mayor mérito será dejar de ser zonzos y convertirnos en la Argentina potencia que nuestro Pueblo merece y nuestra tierra propone. El camino no es por Meritolandia, el camino es la comunidad organizada hasta plasmar una Nación justa, libre y soberana.

Fuente: (Por Javier Parbst – Peronismo 26 de Julio / Concejal Frente de Todos Tigre)

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