La Provincia de Buenos Aires publicó en noviembre el primer marco regulatorio sobre Inteligencia Artificial (IA) del país, un documento que fijó criterios para el uso responsable de sistemas algorítmicos en la administración pública y abrió una nueva etapa en la discusión sobre tecnología y Estado. Pero detrás de esa normativa hubo un nombre que empezó a circular con fuerza en ámbitos técnicos y académicos: el de Macarena Gorgal, ingeniera, investigadora y una de las voces emergentes en gobernanza digital.
Meses antes de que la provincia avanzara con su resolución, Gorgal elaboró una propuesta integral de regulación titulada “Propuesta de Regulación y Gobernanza Integral de la Inteligencia Artificial”. Ese trabajo circuló entre los equipos técnicos que luego participaron en la redacción oficial y se convirtió en una referencia central: muchas de sus líneas conceptuales —en espíritu y estructura— quedaron reflejadas en la normativa finalmente publicada.
Ingeniera industrial por la Universidad de Belgrano (UB), especialista en diseño estratégico para la innovación por la Universidad Nacional de Rosario (UNR), investigadora y docente en la Universidad de San Isidro Dr. Plácido Marín (USI), investigadora del Instituto de Tecnología de la UADE (INTEC-UADE) y maestranda en Políticas Públicas y Desarrollo en FLACSO, Gorgal combinó estándares internacionales, derecho comparado y principios de ética algorítmica para delinear un marco adaptado a la realidad argentina. Trabajó con los modelos de la OCDE, UNESCO, el AI Act europeo y el Convenio 108+, entre otros, pero sin copiarlos: buscó reinterpretarlos para el sistema institucional local.
“La inteligencia artificial no es neutral. Produce impacto real en organismos públicos, en derechos ciudadanos y en la vida cotidiana. Regularla requiere técnica, evidencia y responsabilidad política”, afirma. Y completa: “Mi objetivo siempre fue ordenar la discusión y ofrecer un marco sólido, claro y aplicable. Si mis aportes ayudaron a avanzar en esa dirección, entonces valió la pena”.
Su propuesta presentada al Gobierno bonaerense incluía principios de transparencia, explicabilidad, autodeterminación informativa, criterios de riesgo, auditorías, trazabilidad, advertencias al ciudadano y estándares específicos para tecnologías biométricas. También detallaba un modelo de gobernanza estatal y mecanismos de evaluación de impacto algorítmico. Muchos de esos componentes, inéditos para el debate local, hoy forman parte del texto oficial.
Gorgal integra una nueva generación de profesionales que combinan ingeniería, análisis político y derechos digitales. Su voz tiene peso en universidades, centros de investigación y espacios de formación, donde su mirada articula técnica, ética y diseño institucional. “Argentina tiene talento y capacidad para liderar en gobernanza de IA. Lo que falta es articulación institucional y visión estratégica”, sostiene.
Entre sus iniciativas futuras propone una ley nacional de IA, mecanismos federales de coordinación, auditorías independientes y programas de formación para organismos públicos. En un momento en que distintos sectores discuten el rumbo del país en materia tecnológica, su nombre empieza a consolidarse dentro de un ecosistema que busca convertir la gobernanza de IA en política de Estado.

