Whirlpool anunció este miércoles el cierre definitivo de su fábrica de lavarropas en el Parque Industrial de Fátima, en Pilar, y desvinculó a 220 empleados. La compañía argumentó que la decisión responde a la pérdida de competitividad para exportar, a la fuerte caída del consumo interno y al avance de productos importados que desplazaron a la producción local.
La medida fue comunicada por la mañana al personal, que incluye operarios, técnicos, ingenieros y administrativos. En paralelo, la empresa inició una negociación con la Unión Obrera Metalúrgica para acordar un esquema de salida que contempla la indemnización legal más un plus adicional. La sorpresa y el descontento atravesaron la jornada: trabajadores contaron que el anuncio llegó sin previo aviso y que muchos permanecieron en las instalaciones a la espera de explicaciones más amplias.
La multinacional aclaró que mantendrá su presencia en el país con actividades comerciales y logísticas, donde continuará empleando entre 100 y 120 personas. La estrategia implica un cambio profundo: dejará de fabricar en la Argentina para pasar a abastecer el mercado con productos importados, principalmente desde Brasil y China, manteniendo el servicio técnico y la distribución de repuestos.
La fábrica ahora cerrada había sido inaugurada en octubre de 2022 tras una inversión de 52 millones de dólares. Su objetivo era producir 300.000 unidades por año, con un plan que proyectaba exportar el 70% de esa producción. Sin embargo, la planta nunca alcanzó ese rendimiento y en los últimos meses había reducido su actividad: pasó de fabricar entre 500 y 600 lavarropas diarios a unas 400 unidades, en un contexto de caída en las ventas y creciente competencia de marcas extranjeras con precios muy por debajo.
La compañía todavía no definió el destino del predio industrial. Sus voceros señalaron que evalúan alternativas, aunque por ahora la prioridad está puesta en el cierre ordenado de la operación y en asegurar la continuidad comercial en el país, donde Whirlpool tiene 35 años de presencia.
Con este paso, la empresa consolida una reconfiguración de su negocio en la Argentina: pone fin a su actividad fabril y concentra su operación exclusivamente en la importación, comercialización y servicio de electrodomésticos.

