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Gobiernos argentinos y sus políticas suicidas

La deficiencia del Estado populista, como así también del conservador liberal, nos ha llevado en gran parte a esta triste situación actual.

En la Argentina actual hay gatillos que disparan balas que agudizan y llevan a la depresión. Esas causas pueden ser factores socioeconómicos, la falta de trabajo, pobreza, inseguridad, problemas de salud mental no tratados ni seguidos por el Estado, falta de vivienda, el narcotráfico, falta de acceso a la atención médica, la falta de apoyo social o aislamiento. Todas estas generan un ambiente en una parte importante de la población que abona las conductas suicidas, conforme lo aseveran destacados y reconocidos profesionales en esta materia.

Hoy nos encontramos con una sociedad entre el abandono y el fracaso del sanitarismo populista.

La deficiencia del Estado populista, como así también del conservador liberal, nos ha llevado en gran parte a esta triste situación actual. En sí, podemos ver la adaptación social de un nuevo y readaptado “apartheid” planificado para conservar el poder de la minoría elitista que no quiere perder su lugar de privilegio frente a las mayorías excluidas. Esta minoría se escuda falsamente bajo el principio del  llamado “hombre libre”, pero lo real y concreto es que todos los modelos políticos conocidos hasta el presente profundizaron la miseria, instalando un nuevo y reajustado esquema de esclavitud. Este eyecta a los individuos de su dignidad y del conocimiento, encadenando los sueños, instalando la degradación mental, la miseria social, penalizando las ideas, el progreso, el bienestar, la solidaridad, la educación, fomentando la individualidad y desintegrando la familia. En si hasta hoy, el destino de la humanidad del que no escapamos recayó siempre en manos de los mayores sinvergüenzas que han puesto en evidencia que el delito no es individual sino social. Siempre cometido por aquellos que se han garantizado ser gobierno para frustrar y quebrar la voluntad de los pueblos sometidos por estos.

La educación es la verdadera revolución de los pueblos. Mientras como sociedad le sigamos dando la espalda a esta, seguirán rechinando los grilletes que nos esclavizan y nos alejan cada vez más de alcanzar una sociedad donde reine la igualdad y el bienestar general para todos.

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