A 58 años del renunciamiento de Eva Perón a la candidatura a la vicepresidencia, el Partido Justicialista de Vicente López recordó aquel momento con un acto el pasado 22 de agosto que tuvo oradores que analizaron y explicaron las razones de la decisión y el concepto histórico del hecho.
El 31 de agosto de 1951 una frase paso a la historia del movimiento peronista y se impregnó en la memoria de los militantes. Aquel día, Eva Perón anunció oficialmente su renuncia a la candidatura a la vicepresidencia dejando al pueblo desahuciado que le había pedido a gritos que aceptara. Sin embargo, Evita dejó sus palabras bien claras a travís la Red Argentina de Radiodifusión para conformar a aquellos peronistas: “Renuncio a los honores, no a la lucha. Mi puesto de batalla es el trabajo”.
Pero la histórica renuncia de Evita empezó varios días antes el 22 de agosto en el Cabildo Abierto del partido peronista frente al Ministerio de Obras Públicas, donde se reunirían alrededor de dos millones de personas para escuchar a sus líderes. Allí se produciría otro hecho que quedaría en la memoria de todos: el diálogo entre Eva Perón intentando desistir de la vicepresidencia, con la gran masa de presentes que presionaban para que diera una respuesta y que aceptara.
Lo que quedó de aquellos días sería una imagen imborrable del inconsciente colectivo de cualquier ciudadano argentino, sea peronista o no. La foto de Evita abrazada a su esposo que estaba detrás de ella durante el discurso, y con un fondo repleto de pequeños puntos que formaban las cabezas de los presentes.
Ese retrato es el que está ubicado en el salón de entrada del nuevo establecimiento del Partido Justicialista de Vicente López, donde el 22 de agosto pasado se conmemoraron los 58 años de aquella renuncia anunciada. Con una mesa frente al cuadro del abrazo de Eva y Perón en la que se ubicaron los oradores de la charla y con una pantalla sobre la que se proyectaron algunas imágenes, los militantes llegaron de a poco para disfrutar del evento. Mientras en la puerta se repartían los prendedores con la imagen de Evita, la Profesora Mercedes Rodríguez Temperley y la Secretaría de la Mujer, Isabel Maggi, fueron exponiendo sus apreciaciones, sensaciones y análisis sobre el renunciamiento de Evita.
Durante la charla ambas mujeres recordaron la figura de Evita y su trabajo junto a los pobres para encontrar allí la explicación a su renuncia a la candidatura. Temperley comentó que “Eva nunca había querido formar parte del poder sino que quería seguir con su trabajo al lado de los necesitados como siempre lo había hecho”, mientras que Maggi afirmó que “sabía donde estaba su lugar de lucha, el poder ella lo ejercía trabajando día a día”.
Mercedes Temperley hizo un repaso histórico sobre el 22 de agosto, recordando “aquel diálogo único entre una persona y dos millones” y lo destacó como una virtud que se ha perdido diciendo que “hoy tal vez ni dos personas en una misma mesa pueden dialogar”. Además, durante el acto conmemorativo se leyeron dos poemas dedicado al renunciamiento, además de algunas anícdotas y curiosidades históricas sobre cómo vivió Evita aquellos días previos a la definición.
Así fue como en Vicente López el PJ recordó aquel momento con un evento bajo el lema “Renunció a los honores, no a la lucha”, del cual además participaron el vicepresidente de Lotería de la Provincia, Nístor Cotignola, y la concejal Graciela Aleña, y que finalizó con emoción por parte de algunos militantes, la marcha “Evita capitana” y cafí para los presentes.
Fuente: www.zonanortediario.com.ar