A propósito de la repentina fiebre por mirar a los pobres desde “el escándalo” se impone la necesidad de darle a la problemática una mirada integral de mediano y largo plazo; la promoción de pactos territoriales que propone la Fundación Observatorio PyME marca un camino de rigurosidad acadímica, integración y precisión en la asignación de recursos para el desarrollo local.
Sea para uso político partidario, para tener presencia en la TV o en los diarios, para marcar la agenda pública a un gobierno o para socavar la estabilidad de un Ministro en su puesto, la pobreza suele ser “tema del día” de forma casi estacional en la opinión pública de nuestro país.
Por lo menos en Argentina, toda polímica en torno de la pobreza nace y muere en estadísticas, porcentajes, números de subsidios entregados o la mera descripción de una batería de medidas de coyuntura, tomadas sin un fuerte consenso multisectorial que permita ubicarlas como verdaderas políticas de Estado.
Por ello es que tal vez la 6ta. Conferencia Anual de la Fundación Observatorio PYME (FOP) realizada el 11 de agosto en Buenos Aires, deje alguna guía bien convincente sobre como abordar el tema con una visión de mediano y largo plazo. Desde su creación en 2004 la FOP rescata la fructífera experiencia italiana (Observatorio Italiano de las PyME del Ex-Mediocredito Centrale, actualmente Gruppo Capitalia) y europea (Observatorio Europeo de las PyME) para el desarrollo territorial y de las PYME.
Aunque se ha dicho mucho al respecto, no está de más recordar que son las pequeñas y medianas empresas argentinas el sector económico que mayor cantidad de empleo genera en la comunidad. Empleo que se genera en las propias regiones, lo cual favorece el arraigo y combate estructuralmente los inconvenientes de densidad poblacional que tienen las ciudades como Buenos Aires y zonas como el Conurbano bonaerense.
Otro aspecto positivo de la PyME es que evita la concentración en pocas manos del sistema productivo y de comercialización regional, en la medida que haya un control continuo por parte del gobierno central en franca interacción con los gobiernos locales.
La modalidad de los pactos territoriales entre líderes empresarios locales, gobiernos y Universidades regionales aportan la base para una genuina política pública de desarrollo que baje índices de indigencia y pobreza en la Argentina. La Fundación Observatorio PYME los viene promoviendo en algunas regiones argentinas, a partir de la decisión política y la vocación participativa de estos tres actores socioeconómicos.
Cada pacto sostiene el funcionamiento de su observatorio regional. La Universidad de Bologna es responsable de la dirección científica del proyecto. Con su aplicación de una metodología uniforme permite crear un mecanismo continuo de análisis comparativo del papel de las PyME en cada región, su evolución y el impacto que en ellos tienen las grandes transformaciones económicas. Estos Observatorios son un instrumento capaz de monitorear continuamente la demografía industrial y empresaria de las PyME de las distintas regiones de Argentina.
Por supuesto que los resultados estructurales exceden en tiempo una gestión de gobierno de 4 años y ello conspira con las urgencias electorales de muchos gobiernos provinciales y locales. De todos modos, con la información obtenida durante la primera temporada ya pueden elaborarse diagnósticos que otorguen precisión a las políticas del sector, dando una eficiencia notable al direccionamiento de los recursos que realiza el Estado. Sea para programas capacitación de recursos humanos (en función de la demanda laboral específica), inversión en infraestructura, equipamiento de plantas o mejora del management de las pequeñas y medianas empresas.
Conocer el estado real de cada PyME año a año es esencial para cualquier comunidad con perspectiva de futuro. Permite orientar medidas gubernamentales que, por ejemplo, preserven el conglomerado productivo existente en la zona, favorezcan la expansión de aquel sector con mayor potencial de crecimiento y se planifique un ordenamiento sustentable de las ciudades y los pueblos, evitando colapsos en la provisión de los servicios básicos, en la tasa de desempleo o aspectos ambientales.
Ya hay experiencias de pactos territoriales en lugares como Salta, San Juan y Buenos Aires, con avances y niveles de progreso diferente pero con una fortaleza clave para todas las comunidades partícipes; la precisión de la información obtenida y la rigurosidad acadímica que proporciona el trabajo que la Universidad de Bologna, como promotora del programa.
Durante este 6º Congreso se trató la necesidad de realizar obras de infraestructura para acompañar el crecimiento y sustentabilidad de las cadenas de valor, las cuales en muchos casos carecen de vías de comunicación para expandir sus negocios y alcanzar su primera exportación.
El informe de la FOP detalla que “El 58% de las pymes industriales está ubicada fuera del aglomerado industrial de la Argentina, concentrado en la región pampeana, en el centro del país, y no dispone de una red ferroviaria activa a menos de un kilómetro de distancia, algo que refleja, en la visión del Observatorio, "graves desequilibrios territoriales" y "escasa oferta de servicios de infraestructura”. Esta cuestión implica revisar seriamente las ideas de reducción del gasto del estado que muchos candidatos insinuaron durante 2008 y parte de 2009. Porque pensar en combatir la pobreza olvidando al mayor empleador que tiene la economía argentina es totalmente contradictorio.
Comparado con sus pares europeos o estadounidenses el pequeño y mediano empresario argentino lleva consigo una mochila enorme; Desde lo impositivo, desde lo financiero, desde lo burocrático y desde lo estructural, pese a ser un actor económico clave en la generación de puestos de trabajo.
Si se frenaran obras de infraestructura como caminos, rutas, redes cloacales o saneamientos, la posibilidad de desarrollo de las PyMEs y de las propias ciudades quedarían estancadas. Un virtual cuello de botella para cada región.
Congelar la inversión pública en infraestructura impide a las PyMEs consolidarse y encarar un potencial proceso exportador. A los municipios les reduce todo margen de maniobra para estimular el desarrollo urbanístico y la construcción de nuevos barrios, edificios de altura, etc.
Será quizá un gran desafío de los próximos años dejar de hablar de pobreza de forma fragmentada. Empezar, de una vez por todas, a asociar los índices de pobreza con la carencia de políticas públicas de desarrollo PYME en las comunidades locales.
Será entonces el momento de ir con la fuerza del Estado, la dinámica del sector privado y la rigurosidad tícnica del ámbito universitario a construir estos pactos territoriales.
La experiencia ganada por la Fundación Observatorio PYME será sin duda de gran ayuda.
* entre de 2004 y 2006 – Jefe de prensa de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires
Fuente: www.zonanortediario.com.ar