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Equidad en el Régimen de Coparticipación Municipal

Propuestas para lograr un reparto mas más justo y atendiendo las nuevas demandas de la sociedad.La finalidad de la coparticipación de impuestos es transferir recursos financieros de uno a otro nivel de gobierno y surge a raíz del estrecho vínculo que guarda con las limitaciones que las municipalidades tienen respecto de las potestades tributarias y, por ende, en el financiamiento de sus erogaciones a travís de recursos propios.

El instrumento por excelencia a travís del cual el gobierno provincial puede dotar a los municipios de recursos suficientes lo constituye el Rígimen de Coparticipación Municipal de Impuestos. El rígimen vigente de coparticipación municipal de impuestos está regido por la Ley 10.559 del año 1987 y sus modificatorias, que dispone la distribución automática de acuerdo al porcentaje que le corresponde a cada Municipio según el Coeficiente Único de Distribución (C.U.D.), actualizado anualmente y conformado básicamente por un rígimen general, en proporción directa a la población y la superficie del partido y a la inversa de la capacidad tributaria per cápita, y otro correspondiente al rígimen de salud.

Al realizar un rápido análisis de estos ponderadores se puede observar la rigidez que presentan los indicadores de la población (criterio por el cual los municipios reciben gran parte de la coparticipación) y de la inversa de la capacidad tributaria, que no presentan grandes alteraciones si se tiene en cuenta que el seguimiento de las estadísticas necesarias para la construcción de los coeficientes es muy espaciado, y los cambios son muy graduales. Sobre el coeficiente de distribución por superficie (lo que recibe cada municipio como porcentaje del total) obviamente permanece inalterado para cada municipio, vale decir que lo que recibe cada uno de ellos es proporcionalmente lo mismo. Por último al analizar el coeficiente de los indicadores de Salud en la determinación de los porcentajes correspondientes a cada partido participan indicadores por el lado de la oferta y de la demanda efectiva. Sin embargo no se emplea ningún criterio de distribución de acuerdo a las necesidades de la población (demanda potencialdel servicio).

Por lo tanto tal cómo está construido el C.U.D. los municipios no tienen forma de alterar en el corto plazo el nivel relativo de transferencias si no es a travís de los coeficientes de salud. Este mecanismo tiene una gran perversidad ya que promueve en los municipios una política de inducir una mayor demanda de Salud a travís de la oferta.

Si bien es cierto que desde el Ministerio de Economía se transfieren fondos para atender y/o reforzar necesidades de educación, inclusión social, saneamiento ambiental, infraestructura y seguridad, estas transferencias resultan ser discrecionales o basada su distribución en el C.U.D., lo cual demuestra la importancia que adquiere la composición del coeficiente de distribución.

Por lo expuesto resulta necesario incorporar nuevos ponderadores con carácter redistributivo para otorgar mayor equidad al reparto de fondos y que resulte así un estímulo para los municipios que invierten, con esfuerzo sus recursos propios, en equipamiento, tecnología, materiales y personal para cubrir nuevas necesidades y demandas de la población. A modo de ejemplo se enumeran algunas de las áreas que debieran incorporarse en la matriz de cálculo:

• Prevención y seguridad (según inversión en efectivos, vehículos y cámaras de seguridad sobre población y/o superficie).

• Servicios públicos de cloacas y agua corriente (partidas con acceso a los servicios sobre total de partidas).

• Obra pública (calles pavimentadas y mantenimiento espacio público sobre total superficie urbana y semiurbana).

• Producción e innovación tecnológica (políticas activas para generar valor agregado, empleo e instalación de parques industriales y tecnológicos).

• Protección del medio ambiente (proyectos para estimular, colaborar y comprometer en el abordaje de los desafíos del cuidado medioambiental a la comunidad y especialmente a las industrias).

• Cultura (estímulo y difusión de las todas las expresiones creativas y artísticas locales).

• Deporte (fomento y promoción de las actividades deportivas y los clubes barriales).

La aplicación de coeficientes que resulten en una distribución más equitativa permitirá, en forma más cierta y justa, a los residentes de cada distrito tener parámetros de accountability para evaluar la performance de cada gobierno local y ejercer un control más efectivo de la gestión y la rendición de cuentas del municipio.

Fuente: www.zonanortediario.com.ar

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