El gobierno local encabezado por Osvaldo Cáffaro sufrió un duro revés luego de que concejales cercanos a Abel Furlán, líder de la UOM, se unieran al PRO para rechazar la rendición de cuentas. El enfrentamiento podría tener consecuencias explosivas en el armado de las listas.
El Concejo Deliberante de Zárate fue escenario de una votación polémica, donde 14 concejales de un total de 20 rechazaron el balance presentado por Cáffaro. El líder de la oposición, Marcelo Matzkin, sumó nueve votos en contra, y los cinco concejales de Furlán, encabezados por Leandro Matilla, se unieron a ellos.
Este rechazo a los gastos del año pasado supone un golpe devastador para Cáffaro, quien se encuentra envuelto en varias disputas internas. Incluso Aldo Morino, quien lideró la lista en las elecciones de 2021, votó en contra de la rendición de cuentas.
Zárate, ubicado al norte de la provincia, es un bastión del sindicalismo industrial y alberga un importante parque con compañías como Toyota y Honda. La irrupción de Furlán, aliado de Máximo Kirchner y Axel Kicillof, ha socavado el poder de Cáffaro, quien solía ser cercano al albertismo.
En medio de esta tensión, resulta revelador que Kicillof ha evitado visitar Zárate oficialmente. Es más: recientemente, Matilla anunció la construcción de la Casa de la Provincia desde una ciudad cercana, Baradero, dejando en evidencia las diferencias internas.
Pero Cáffaro no solo debe enfrentarse a Furlán; también debe lidiar con el ambicioso ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien busca afianzar su poder en la región. Sin embargo, Berni carece de apoyo territorial.
Además, las aspiraciones políticas de la esposa de Berni, Agustina Propato, para competir por la intendencia ahora están en peligro. En un sorprendente movimiento, Furlán rompió el bloque oficialista y respaldó a Matilla como candidato a intendente, generando una nueva disputa interna.
La posibilidad de una feroz interna entre Cáffaro, Matilla y Propato ha puesto a todos al borde de la confrontación. Y en medio de esta guerra política, la oposición podría capitalizar el caos, apoyando a Matzkin, un fiel seguidor de Cristian Ritondo y con un historial de éxitos electorales en el distrito.
La situación se agrava con denuncias de despilfarro y falta de ejecución presupuestaria. “No solo gastaron de manera irresponsable, sino que dejaron sin utilizar 2500 millones de pesos, que ahora valen mucho menos debido a la inflación. Aumentaron las tasas de manera desproporcionada y no invirtieron en lo que realmente necesita Zárate, ha asfixiando a los comerciantes y productores locales”, acusó el concejal del PRO.
El escándalo en Zárate no solo pone en jaque al gobierno de Cáffaro, sino que amenaza con desatar una verdadera guerra interna en el Frente de Todos. Con acusaciones de malversación de fondos y disputas de poder, la situación se vuelve explosiva.
En medio de este clima turbulento, la oposición se frota las manos, viendo la oportunidad de sumar votos y capitalizar el descontento popular. Mientras tanto, los habitantes de Zárate se ven atrapados en una lucha de poder que podría tener consecuencias impredecibles para el futuro del distrito.
El cierre de listas se acerca y el resultado de esta batalla política marcará el rumbo de Zárate. ¿Podrá Cáffaro mantenerse en el poder o será desplazado por la ambición de Furlán y Matilla? Solo el tiempo dirá quién saldrá victorioso en esta contienda despiadada por el control del Municipio.