En los últimos tiempos, en pleno contexto de pandemia, la inseguridad volvió a ser foco de atención, obteniendo índices elevados que condicionaron a la opinión pública tendientes de acaparar la atención individual. Sin embargo, lejos de mantenerse un criterio de unicidad sobre este flagelo, se aprecian posturas contrapuestas en relación con el tema. Así, conforme la Ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, “no son muchos los robos, los medios de comunicación los hacen visibles”. Al respecto, sostiene que, a lo largo de los últimos años, las prácticas orientadas a salvaguardar la seguridad y la protección ciudadana han fracasado. Así, “La política no tuvo el efecto que se buscó. La tasa de encarcelamiento nunca paró y en Argentina aumentaron los niveles de consumo de drogas”.
En relacionamiento al combate ante las drogas, temática de suma consideración, Frederic sostuvo que “es un problema mundial. Hay que repensar la eficacia de la política contra las drogas ilegales. Vemos que no han surtido el efecto buscado, no han desalentado el consumo”. Así, entiende necesario que la Argentina se asuma en un debate serio y carente de toda ideología para garantizarle al país una unidad, todo con base en “encontrar la manera de evitar los consumos problemáticos de esta sustancia y evitar también los niveles de violencia que algunos de estos mercados ilícitos generan”.
Lejos de esa visión, su par a nivel bonaerense, Sergio Berni, estableció que “van a empeorar los niveles de inseguridad en la Provincia de Buenos Aires”. Su perspectiva coincide con el último relevamiento del Ministerio Público Fiscal Bonaerense, MPF, que dio cuenta que a lo largo de las etapas más estrictas del confinamiento se han recibido 2033 denuncias diarias por asuntos relativos respecto la inseguridad, cifra que se incrementó en relación con lo acontecido entre el 20 de marzo y el 30 de abril.
Así, el Ministerio propone ciertas modificaciones, todas aquellas enfatizando en reforzar considerablemente a la cultura del esfuerzo y del mérito. En tanto, comenzarían a vislumbrarse los pilares sobre los cuales apoyares para instaurar efectivamente seguridad. Uno de ellos es la educación, segmento de magnitud en la conformación individual. Ante ella, se enfatizó en el rol de los docentes, históricamente identificados con el rol de emisor de contenidos. En la actualidad, se pretende cambiar su precepto institucional, permitiendo al estudiante abandonar la postura pasiva a fin de conformar una participación en la búsqueda de la información. Respecto del acceso del estudiante a las redes sociales, sustanciales en su aprendizaje, se buscará prevenir el acceso a éstas mediante talleres informativos vinculados a sexting, donde se envía información sexual mediante internet, y grooming, implicando el acercamiento de un usuario adulto a uno menor de edad para abusar de éste. De tal forma, se habría de buscar una concientización sobre cómo cuidar de sí.
Como segundo ítem, se propone darles voz a las víctimas de la inseguridad y reformar las cárceles. No en vano fue lanzado por el Ministerio de Justicia de la provincia el Plan Estratégico 2016-2016 de Reforma Penitenciaria en la provincia, el cual incluye la incorporación de aproximadamente dos mil plazas anuales desde 2017, cuyo objetivo ha sido mejorar las condiciones de alojamiento, promoviendo de tal forma la educación y la formación laboral de los presos.
Una tercera modalidad adoptada para paliar progresivamente el flagelo de la inseguridad desde el gobierno, en particular el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense, ha sido relevar el deporte en calidad de vía inclusiva y de contención a nivel social. Durante la niñez y adolescencia, participan en talleres de crianza con Unicef. Así las cosas, trabajan con madres y padres adolescentes conforme aquellas temáticas de la violencia intrafamiliar.
Posteriormente, se entiende clave instaurar una reforma policial para la lucha y combate ante el narcotráfico y Barrios Seguros. El narcotráfico es ante ello consagrado como el foco clave, lanzándose la campaña argentina sin narcotráfico, proyectándose así una labor conjunta por intermedio del despliegue de fuerzas federales en el seno de las zonas estratégicas con fines de combatir la violencia.
Por otro lado, se enfatiza en la necesidad de afirmar los procesos de capacitación en materia de investigación criminal y criminalística, siendo dictada para jueces, fiscales y funcionarios de las justicias provinciales para mejorar la capacidad de investigación. Actualmente, el Programa Nacional de Criminalística se encontró en un total de doce provincias. En lo expresado, se brindan todo tipo de recursos y de apoyo financiero para el equipamiento de Laboratorios Científicos de Investigación Forense.
Otro recurso será el establecimiento de Proyectos de Ley sobre Unificación de Fueros Criminal e Instrucción y Fortalecimiento de Tribunales Orales Federales más Juicio Unipersonal. Asimismo, se adicionan los Tribunales Orales Federales para realizar juicios orales de modo instantáneo, brindándose la opción de que los jueces realicen juicios de manera unipersonal en supuestos hasta 6 años (obligatorio) y sin oposición de la víctima hasta 15. En tanto, considerablemente se ofrece como medida a futuro el proyecto de modificación al Código Procesal Penal Federal mediante un capítulo de nuevas técnicas de investigación, con la pretensión de dotar a jueces y fiscales de más herramientas de investigación en casos de delitos complejos y crimen organizado, respectivamente.
En tanto, un recurso clave para combatir el delito y la inseguridad a niveles locales de gran innovación será la inversión post penitenciaria, elemento de gran magnitud dado que está estadísticamente comprobado que la mitad de los presos son reincidentes, teniendo muchos de ellos deudas y escasas habilidades para reinsertarse, si se quiere, a nivel social, cargando con el estigma de haber pasado por la cárcel. Consecuentemente, el tratamiento citado da cuenta de aspectos variados, incluyéndose:
– Asistencia social para fortalecer reinserción en el núcleo familiar (y trabajar en paralelo con las familias receptoras)
– Programas de tratamientos para desintoxicación y adicciones
– Fuentes laborales concretas financiadas por el Estado
– Asistencia terapéutica
– Vinculación a programas de transferencias condicionadas, etc.
Asimismo, otra vía para paliar estos asuntos se materializa al momento de crear unidades que desbaraten mercados ilegales, yendo detrás de aquellos individuos que dan cuenta del primer eslabón de la cadena. Argentina invierte en términos estadísticos el doble en seguridad que otros Estados. Así, la cantidad de personal policial es consideradamente mayor respecto a sus pares continentales, dando cuenta de una de las tasas más altas cada 100.000 habitantes. Dicha numeración pese a todo hoy se muestra irrelevante para brindar seguridad, por lo que tales argumentos no constituyen razón suficiente para garantizar seguridad.
Hace apenas semanas, el gobernador Kicillof recibió a un grupo de mandatarios de la Tercera Sección electoral, evidenciando cierto nivel de preocupación respecto el avance de la inseguridad, quienes por entonces plantearon la necesidad de contar con una inversión de al menos 12.000 millones de pesos para patrulleros, más efectivos e insumos para combatir la inseguridad. Si bien no ha habido respuesta al respecto, se asegura desde la Casa Rosada que Frederic destinará una suma cercana a los 4.000 gendarmes al Conurbano sin distinción de colores políticos.
No obstante, ello, un intendente peronista de la Tercera Sección electoral sostuvo que “Con 4.000 gendarmes nos quedamos cortos si vemos que la policía bonaerense son 94.000 efectivos y la inseguridad no se logra frenar. La ayuda sirve. Pero es insuficiente”. Tal y como se aprecia, la inseguridad es un problema que estalla en las manos de los intendentes, que pese a la voluntad respecto determinados interesados, en términos prácticos, lejos se encuentra de ofrecer una solución al flagelo citado, requiriendo de mayor incidencia y profesionalización de modo unificado.
Fuente: (Por Héctor Costa – Abogado)