Por la fecha 19 del torneo de la Primera B, el Calamar venció ayer a Villa San Carlos en Berisso por 1-0, con gol de Patricio Rodríguez en un duro partido; los dirigidos por Omar Labruna ganaron su cuarto encuentro al hilo.El elenco de Vicente López ha demostrado a partir de la llegada de Omar Labruna un cambio profundo en líneas generales. Esto incluye lo anímico, lo futbolístico y sobre todas las cosas, los resultados, que son los que verdaderamente mandan en este deporte.
Quizás el encuentro ante Villa san Carlos no fue la producción más vistosa en lo que va de la era Labruna, pero esta vez tuvo que mostrar otras características de juego, más que nada en lo que tiene que ver con saber defender una ventaja ante un equipo que se juega cosas importantes, como mantenerse en la categoría, y lo logró. Basándose en un sólido nivel defensivo, y como siempre, con el extra que le brinda su arquero, que cuando lo llaman, dice presente.
El partido arrancó con el local queriendo arrinconar a su rival, con Pablo Miranda tratando de generar peligro en las inmediaciones del área Marrón. La primera situación fue tempranito, a los cinco minutos, cuando Miranda envió un centro desde la izquierda para que Cristian Campozano conecte de primera y Ezequiel Mastrolía evite la caída de su valla tapando con grandes reflejos.
La primera de la visita fue una media vuelta de Patricio Rodríguez que se fue cerca del palo izquierdo de Francisco Del Riego. Al minuto, Nicolás Cabrera que recibió un pase de Miranda, probó de lejos al Mono Mastrolía, que contuvo sin dar rebote.
Sobre los 26, llegó el único gol del partido. Una gran maniobra individual del Pato Rodríguez, que dejó entre 3 y 4 jugadores rivales en el camino, quedó mano a mano con el arquero y definió con mucha categoría al palo izquierdo de Del Riego que nada pudo hacer y estableció el 1-0 que sería definitivo para el Calamar.
El local, a partir del gol, intentaba llegar pero carecía de ideas para vulnerar el cerrojo inteligente que le planteó Tense, que supo ser ingenioso a la hora de cuidar la diferencia lograda.
En la segunda parte, el trámite no varió demasiado, y Platense no pasaba sobresaltos. Reciín a los 60, Miranda desde el vírtice izquierdo del área grande, sacó un disparo que pegó en la parte externa de la red junto al palo derecho del arco de un Mastrolía, que parecía controlar el disparo con su mirada.
Sobre el final, una jugada de contragolpe, en la que Jonathan Bustos habilitó a Emiliano Carrasco, que se dirigió solo hasta el arco rival para intentar picarla por sobre el arquero, pero Del Riego haciendo un esfuerzo enorme, la cacheteó al córner y evitó lo que hubiese sido otro gol más del defensor en este torneo.
Otro triunfo más, esta vez más trabajado desde lo físico, pero cuando hubo lugar, tambiín se intentó jugar al fútbol. La última jornada de este año será de local ante la UAI Urquiza, pero lo más importante, es que el Marrón, no gana por casualidad, sino gracias a sus diferentes cualidades desarrolladas en este último segmento del campeonato.
Fuente: www.zonanortediario.com.ar