InicioOPINIÓNEditorialCristina y la ventaja de no tener rival

Cristina y la ventaja de no tener rival

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner parece encaminarse inevitablemente a una reelección, quizás a su pesar, pero sin otra alternativa dentro del oficialismo que pueda mantener fieles a los diversos sectores que el ex presidente Nístor Kirchner supo agrupar; además pareciera ser que los candidatos opositores se pelean en una competencia en la que quien más errores cometa gana, para simplificarle las cosas.Evaluemos la situación del oficialismo. En este momento todas las encuestas, del gobierno y de la oposición, hablan de que Cristina ganaría en primera vuelta con un 44% de los votos, sepultando los sueños de ballotage de más de uno.

El problema principal parece ser que aún no se define si será o no la candidata. Ante esta indefinición no son pocos los que la presionan, como Hugo Moyano y Luis D’Elía, y los nombres siguen. Es que no es lo mismo Cristina que otro, al menos no para los movimientos sociales que se identifican con el modelo K.

De todas formas, los principales funcionarios y referentes se han encargado de encabezar una “operación clamor”. Agustín Rossi, jefe de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados, declaró a Zona Norte Diario Online la semana pasada que “sin dudas” Cristina será candidata nuevamente y que “tiene una distancia enorme” contra los otros candidatos. Por su parte Aníbal Fernández declara al menos una vez por semana que la candidatura de la Presidenta es “inevitable”.

Teniendo en cuenta que la misma actitud se tuvo en cuanto a la pasada candidatura a Diputado Nacional de Nístor Kirchner en 2009, la lógica indica que el resultado será el mismo y Cristina será la candidata del oficialismo.

¿Otras opciones dentro del kirchnerismo? A las claras solo aparece Daniel Scioli, pero ya ha declarado públicamente sus intenciones de ser reelecto en la gobernación bonaerense, y lo más probable es que hacia allí apunte.

Por otra parte, hay que aclarar que muchos han intentado en los últimos meses posicionarse como “el” rival que pueda polarizar los votos contra Cristina. A esta altura podemos decir que fracasaron lamentablemente.

Mauricio Macri fue el primero en intentar ocupar ese rol. Repasemos los principales “errores” que cometió el líder del PRO.

Está procesado por espionaje en la Ciudad como partícipe de una asociación ilícita. La patota de la Unidad de Control de Espacios Públicos (UCEP) creada por su gestión está acusada hostigar a personas en situación de calle, Macri viene evadiendo declarar en la causa desde 2008, con viajes al exterior en cada fecha en la que es citado por la Justicia.

En cuanto a gestión, las escuelas deterioradas y crisis habitacional en la Ciudad continúan en aumento y parecen no ser una prioridad en su gestión.

Por otro lado, los trabajadores en lucha en el Colón continúan pidiendo mejoras laborales y no son escuchados, el propio Plácido Domingo cantó la semana pasada en el Obelisco por la imposibilidad de usar el teatro y aun así se solidarizó con los trabajadores.

Para ponerle broche de oro, el PRO se encuentra en crisis y en una feroz interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti por la sucesión como Jefe de Gobierno Porteño, de hecho esta última le ofreció públicamente su renuncia a la candidatura a su líder ante tanta polímica generada; tambiín hay problemas en el PRO Bonaerense, donde en varios distritos no se lograron listas de unidad.

La UCR es otro de los espacios que quiso polarizar. Primero con Julio Cobos, pero el mírito por el voto “No Positivo” ante la 125 que tanta algarabía trajo entre los simpatizantes del campo pasó de moda, y el Vicepresidente no sumó nuevos laureles, y en esa misma línea su imagen fue pasando de la positiva a la negativa para recalar en el olvido.

La opción B fue Alfonsín, con un envión de la mano del propio gobierno para destronar al “mendocino traidor”. Sin embargo, Ricardito no es Ricardo, y montar una campaña en copiar gestos y estilos discursivos de su padre no parece ser suficiente motivo para ser votado.

Luego apareció Ernesto Sanz, para disputar una pre interna que genera tan pocas expectativas que a menos de un mes de su realización evalúan suspenderla, con la excusa de la “unidad” y el “consenso”.

La debilidad de los radicales quedó plasmada en las derrotas electorales que sufrieron en Catamarca y Chubut. En Catamarca, Brizuela del Moral recibió a toda la cúpula de candidatos que fue a darle su apoyo y a festejar una victoria, que nunca llegó. En Chubut todo se polarizó entre el Frente para la Victoria y el Peronismo Federal de Das Neves.

Si a esto le sumamos las discrepancias mediáticas entre los principales referentes, podemos concluir que la UCR se ha encargado de sabotear sus propias chances de ser la alternativa.

Tanto es así, que los referentes del GEN de Margarita Stolbizer y del Socialismo, evalúan sumarse a Proyecto Sur, de la mano de Pino Solanas, dejando a los radicales a su suerte. Al parecer un Pino suma más que tres troncos en la carrera presidencial.

De todas formas, al menos a nivel encuestas, sería Ricardo Alfonsín el segundo detrás de Cristina, aunque sin chances de llegar a un ballotage, con menos del 20% de los votos. Esto es básicamente por la estructura a nivel nacional que el centenario partido tiene, y que otros solo poseen en la provincia de Buenos Aires y Capital.

Pasemos al Peronismo Federal. Si lo que se busca es renovación, ya empezamos mal. La pre interna es entre Duhalde y Rodríguez Saa.

Los hermanos Alberto y Adolfo gobiernan la provincia de San Luis desde el regreso de la democracia en 1983. Incluso si nos vamos más atrás a la dícada del ’30, encontraremos un Rodríguez Saa gobernando la Provincia. Claramente no conocen el tírmino renovación.

En cuanto a Eduardo Duhalde, gobernó la provincia de Buenos Aires y fue Presidente Interino durante los años post crisis de 2001. Hay que decir a su favor que logró estabilizar al país, aunque los rumores indican que detrás de la desestabilización inicial estuvo su mano, pero ese es un detalle. Tambiín se recuerda su frase “el que depositó dólares tendrá dólares”, aún se esperan los verdes billetes.

Que decir de este espacio, las encuestas no lo favorecen en absoluto. El índice de imagen negativa supera y duplica al de imagen positiva. Todo hace pensar que buscará una alianza con el PRO a nivel nacional y con De Narváez a nivel provincia de Buenos Aires para intentar no pasar papelones.

Hablando de papelones, dejamos afuera a Mario Das Neves, gobernador de Chubut. Es que hace unos pocos días bajó su candidatura para las internas. Todo se dio luego de que su delfín ganara las elecciones provinciales de Chubut, para luego ser denunciado por fraude, aún continúa el escrutinio y todo hace pensar que el fraude existió. Tras este bochorno, evidentemente las condiciones para que su candidatura se haga efectiva no estaban dadas, pero sirvió para seguir sumándole míritos al grupo del Peronismo Federal.

Otro candidato que se bajó de la pre interna es Felipe Solá, aún no decide si será o no candidato en las internas abiertas de Agosto. El ex gobernador pasó de ser segundo en la lista de Diputados de Francisco De Narváez en las elecciones pasadas a intentar ser Presidente, saquen sus propias conclusiones.

Párrafo aparte merecen Elisa Carrió y su Coalición Cívica. Tras su alejamiento del ahora denominado Frente Progresista las chances de hacer una buena elección son escasas. Es que el común de la gente comparte un desgaste enorme ante el mesianismo y las predicciones catastróficas que jamás se cumplen de Carrió y su imagen cayó en picada.

Finalmente, hay que nombrar a Pino Solanas, que sacrifica sus chances de ganar una elección en Capital Federal por posicionar a Proyecto Sur a nivel nacional. No está mal la idea, porque es el símbolo de ese partido, aunque es jugar sabiendo que se pierde de antemano, pero para dejar lo mejor parada posible a la centro izquierda. Además es valorable el intento de acuerdo con el GEN y el Socialismo, siempre dejando afuera a la UCR como condición. Igualmente, la realidad es que en Capital y Gran Buenos Aires la imagen del director de cine es muy buena, pero en el resto del país es un desconocido.

En síntesis, en la pelea por dirimir quien comete más errores podríamos declarar un empate tícnico. Si fuíramos mal pensados habría que creer que todos juegan para Cristina, o que Cristina no juega contra nadie.

Fuente: www.zonanortediario.com.ar

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