Millones de personas huyen de las ciudades todos los fines de semana largos y en las vacaciones, van al mar, las sierras, al campo, a la naturaleza, afrontando sufrimientos, peligros, frustraciones y gastos. Esto demuestra que los seres humanos, para estar bien, sanos, felices, necesitamos paisajes con muchas plantas, con silencio y canto de pájaros, aire puro.
Pero estamos cada vez mas encarcelados por ladrillos y cemento. Cada vez mas rápido.
Casas cada vez mas cuadradas, mas grises, mas juntas. Mas y mas edificios de muchos pisos, cada vez mas cuadrados.
Con EL MÍNIMO POSIBLE DE JARDÍN. La mayoría, SIN JARDÍN, patios, grava o edificios – o fuentes de cemento – donde había jardines. Paredes donde había rejas, alambrados o cercos.
Y las casas y paredes y árboles que había antes los rompen y los tiran, millones de toneladas por día, sin control. Donde se vuelcan ARRUINAN ESE LUGAR!
Y usan millones de litros de productos tóxicos: funguicidas, plastificantes, removedores, solventes. Lo que sobra lo mezclan y lo tiran por cañerías o en la tierra. Esto da vapores venenosos y obliga a todos a respirarlos, cada vez mas no hay donde escapar. ¿Cuántas muertes por “causas desconocidas” serán por esto?
Están transformando barrios en CÁRCELES TÓXICAS. Donde respirar duele y envenena. Sin sombra. Donde los ruidos retumban. Todo lo que se ve es duro, sin vida, seco, recto. Entristece. Es contrario a la vida, y los humanos somos seres vivos.
La mayoría de los gobernantes lo ven como progreso.
Todo esto es una locura muy dañina.
Se hace solo porque es negocio. No es necesario que sea así, y hace muy mal a todos. Esta bien hacer buenos negocios, pero no arruinando el mundo. Si solo se tiene en consideración hacer negocios, entonces habría que impulsar el tráfico de drogas, el secuestro extorsivo, la venta de mujeres para la prostitución, el asalto de bancos… todas esas cosas dan ganancias muy grandes. Se dice que algunas personas muy ricas muy conocidas hacen estas cosas
En una reunión empresaria se dijo “Esto es negocios, no podemos ocuparnos de temas filosóficos como la ítica”. Esto es un error muy grande, porque los negocios no existen por si mismos, separados de todo, al contrario tienen efectos muy grandes sobre todos los aspectos de la realidad, y por eso tienen que considerar esos aspectos, porque por no hacerlo hacen daños terribles.
Una proporción muy chica de la población entiende que esto es una locura. La mayoría lo acepta sin preocuparse, sin entender que es muy malo, que hace muy mal a todos.
¡Demasiados dicen que no se puede detener!
No se puede dejar que las cosas sigan en una dirección suicida, para ayudar a cambiar para bien es necesario difundir estos conceptos lo mas posible. Es muy necesario que los entiendan los legisladores y otros funcionarios del gobierno, todos los estudiantes de arquitectura, los empresarios de la construcción.
Fuente: www.zonanortediario.com.ar